El virtuosismo de lo simple.
Existen más de 10 mil variedades diferentes en el mundo. En Argentina se pueden encontrar poco más alrededor de 200, en particular gracias al trabajo en universidades, el Conicet, y de pequeños agricultores.
La mayoría de las variedades «rescatadas» son conocidas como tomates reliquias. Se destacan por su aroma, sabor, color, formas y textura de mayor calidad y gusto.
Para los que conocimos la época previa a los tomates de cámara o para quienes crecieron en el campo, cuando los probamos nos viene esa memoria emotiva primigenia y entendemos la frase: «tienen gusto a tomate».
¡Pues claro!
Las semillas de herencia de estos tomates tienen como característica que no han sido cruzada ni hibridadas. Por esto son tomates de herencia o reliquia, ya que sus semillas son como las “joyas de la abuela” una reliquia.
Durante años fueron estigmatizados por su propensión al agrietamiento de los frutos y porque sus formas tan diversas dificultan un almacenamiento estandarizado que tiene como tendencia que todas las frutas y verduras sean exactamente iguales.
Por suerte, productores como @donpanchoproduccion se dedican a cultivarlos, cuidarlos y traerlos a nuestras cocinas para que podamos volver a disfrutar de la complejidad y excelencia de estas frutas originarias de los Andes desde hace muchos siglos atrás.